UN DÍA EN BIOARQ

9 am y estoy caminando por la Av. 28 de Julio en Miraflores, zona tranquila, bastante céntrica, siempre ha sido para mí un relajo caminar por este distrito, la gente, los edificios, las casas, los árboles, todo agradable. ¿Que a donde voy? Pues a la ofi, BIOARQ.

~ La entrevista había sido buena, es cierto que estaba un poco nervioso, nunca me había entrevistado una arquitecta, sin embargo, la situación se tornó muy cómoda rápidamente. "hola Sergio, soy Mari Wu, puedes empezar el lunes?" ¡Genial! lo había logrado. ~

-Hola, buenos días, ¿cómo vamos hoy? - Normalmente cuando llego a la oficina Gloria y Caro ya están sentadas avanzando con los proyectos, súper ordenadas, casi familia, es obvio que se conocen de miles de años. Lo mismo pasa con Mari y Johann cuando llegan después de haber dejado a Dá siempre están híper contentos.

A estas alturas ya no me siento un extraño, es más, ni si quiera al principio me sentía así, yo también tenía a alguien que conocía de años…

~A Toshio lo conozco ya varios años, somos de la misma promo de la universidad y su cara de sorpresa cuando me vio entrar por la puerta ese primer lunes de trabajo fue demasiado épica. ~

Ambos éramos nuevos, pero la sensación de ser novato se disipó en menos de dos días cuando todos en la oficina nos “desnudamos”. Cuando tuvimos la primera reunión oficial fue el momento de decir todas nuestras expectativas, fortalezas, qué nos gusta, qué no nos gusta. Todo fluyó bien y ayudó a romper el hielo al toque y conocernos mejor.

En la oficina no soy Sergio, soy Serch así como Toshio es Toshi o Sandra San. Decirnos con nuestros apodos siempre me ha parecido chévere, hay mucha confianza, incluso tenemos una tabla de Vs. en la que ponemos quien hace bullying a quien. No debería decir esto pero Toshio está en primer lugar.

Entre ir a obra, participar en concursos, reuniones con proveedores, ver detalles y materiales, el tiempo pasa volando, ya son tres meses desde que inicié en Bioarq y puedo asegurar que un ambiente como este no lo encuentras en ningún otro lado. El haber trabajado de intercambio en el extranjero o en otras cosas no se compara con trabajar en algo que te divierte con gente que te divierte.