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DE CLASES A OBRA


¿Y ahora qué?... no podía dejar de repetirme la misma pregunta desde que entre a mi último ciclo de carrera. ¿Que si tenía una crisis existencial? ¡Pues claro que sí! Estaba a punto de salir al mundo real y no tenía la menor idea de lo que me deparaba el futuro.


Estaba asustada, tenía esa sensación de vacío en el estómago ante lo desconocido pero con la esperanza de encontrar un lugar donde poder aplicar todo lo que amaba: el diseño arquitectónico y el diseño de interiores. En esas idas y venidas de mi mente, se dio la oportunidad de postular a Bioarq. Cuando el día de la entrevista llegó, grande fue mi sorpresa cuando conocí a Mari, no me esperaba que mi futura jefa me entrevistara con un estilo rockero chic (es decir: tutú rosa y chaqueta de cuero… simplemente genial). Ese mismo día, también conocí a Glo, la genia del planning en Bioarq. Estaba concentrada en su computadora, probablemente supervisando la CASA B, pero estoy segura que escuchaba cada palabra que salía de mi boca durante la entrevista (a Glo no se le escapa nada).


Cuando Mari me llamó para formar parte del equipo Bioarq con el encargo especifico de supervisar el proyecto de “1 millón de Niños Lectores” (1MNL), me emocioné demasiado.

La oportunidad de usar la arquitectura para fomentar la lectura en los niños me pareció estupenda y al ser una amante de la lectura desde mi “chiquititud”, me sentía demasiado identificada con este proyecto. 1MNL les brinda la oportunidad a los niños de descubrir mundos mágicos a través de la lectura en ambientes arquitectónicos ideales que re-usan la mayor cantidad de elementos de los lugares intervenidos, lo que hace a estos proyectos más económicos y ayuda a romper la ideología de lo “bio” como algo antiestético. #fabulous



Llegó el día de empezar con el encargo y conocí gente estupenda como Cristina, Camila y Sonia; sin su ayuda este proyecto no hubiera salido adelante. Desde el día uno, ellas me hicieron sentir parte del equipo y me empaparon del tema para poder presentar la mejor propuesta. Nunca olvidaré mi primer encuentro con Camila:

- ¡Hola! Eres Sofía, la nueva chica que nos ayudará con e proyecto 1MNL.

- Sí, esa soy yo, ya me voy me están esperando abajo (mientras salía corriendo de la oficina).

Muchas risas vinieron al darnos cuenta del cómico encuentro, romper el hielo nunca fue tan fácil.


Lo emocionante de trabajar en Bioarq, es que puedes aprender de todos y la personalidad de cada integrante contribuye a que la oficina funcione eficientemente. Johann y Mari siempre están atentos ante cualquier duda que tengas y pendientes de que cumplas tus metas profesionales y personales (como continuar con la tesis para la titulación: no se preocupen, estoy en proceso). Caro y Glo son el sinónimo de responsabilidad y orden, su concentración en la oficina te impulsa a seguir su ejemplo y trabajar eficientemente. Erick y Malú son el dúo creativo del diseño que permite que esto siga creciendo. Toshi y Serch, viejos amigos de la universidad, que me vieron crecer en este mundo loco de la arquitectura. A San y Abi las conocí en Bioarq y nuestra relación se transformó en una gran amistad. San, mi nueva compinche, es la típica hermana mayor que de la nada se encontró con una compañera nueva cuando volvió de viaje. Tuvo que adaptarse a mi personalidad de dar amor-odio en partes iguales pero nos queremos y nos matamos de risa a cada rato. Abi es la hermana menor que todos protegemos y queremos que siga creciendo como futura arquitecta. Que sea buena con ella es la primera regla que me pusieron Toshi y Mari, ya la conocerán muy pronto.

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